“¿El tema es cómo nos preparamos para poder especializarnos en masculinidades?”

El interrogante lo plantea a Somos Mujeres, la referente de la Red Argentina por Buenas Masculinidades en La Rioja, Noelia Cuevas, quien explica el trabajo que se está realizando para lograr las nuevas y buenas masculinidades como un eje central para la prevención y erradicación de la violencia de género.

La referente de la Red Argentina por Buenas Masculinidades en La Rioja Noelia Cuevas.

En primer lugar, Cuevas comentó que este lunes 14 de noviembre, a partir de las 9, inicia el Seminario Provincial «Violencia de género: Visión Integral de la Conducta Masculina», en el Anfiteatro 17 de Octubre de la Universidad Nacional de La Rioja. La capacitación estará a cargo de la psicóloga María Eva Sanz, quien viene trabajando en la igualdad de género. 

La actividad es organizada por la Asociación Mutual «Grupo Buenos Ayres», el Instituto de Análisis de Políticas Públicas de la UNLAR, la Escuela de Capacitación Judicial «Joaquín V. González» y la Secretaría de la Mujer y Diversidad y fue declarado de Interés Académico Departamental por el Departamento Académico de Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas de la Universidad Nacional de La Rioja.

En el análisis de que pasa con los varones en este sistema patriarcal, Cuevas dijo que “existen muchos factores que influyen a la hora de poder hablar de los varones agresores. Es esta mirada de que tenemos que ver y repensar en qué momento hay un tratamiento, una rehabilitación, un espacio para que esos varones puedan pensar y reflexionar de que hay algo que no están haciendo bien”.

Asimismo, consideró que “no podemos tener en dos a tres años un denunciado con dos o tres denunciante distintas, entonces decimos que acá hay un patrón que se está repitiendo y vuelve, cambiamos la mujer y el hombre sigue siendo el mismo, entonces que está pasando, y si no hay quien trabaje con los hombres entonces ahí hay una parte fundamental que es la parte de trabajar masculinidades”.

En ese sentido, la licenciada en Trabajo Social, quien también se desempeña en el Juzgado de Instrucción de Violencia de Genero y Protección Integral de Varones, señaló que “es como dice la ley 26485 de Protección Integral para prevenir, erradicar todos los tipos de violencia que sufrimos, que en el artículo 10 inciso 7 hay un pequeño apartadito que dice que varones y mujeres tienen que recibir tratamiento socioeducativo para desaprender patrones, estereotipos de género y todo lo que hace en contra de la construcción social cultural, ya sea machista, patriarcal, hegemónica”.

“El tema está en como nos preparamos como sociedad para habilitar esos espacios y prepararnos como sociedad para poder especializarnos en masculinidades”, precisó Cuevas y agregó que “a nivel nacional hay ejemplos de asociaciones que trabajan con dispositivos específicos para varones agresores y trabajan con una modalidad de un año en donde reciben oficios judiciales y por voluntad propia de estos varones para poder trabajar”.

En tanto, la especialista comentó que realizó una investigación sobre femicidios, desde el Instituto de Análisis de Políticas Públicas de la UNLAR, desde donde coordina la Comisión de Género, junto a nueve universidades de todo el país.

“Ahí conocí a la Universidad de Lanús donde yo elegí trabajar sobre los factores de riesgo en la violencia de género, que son los más visibles, pero con los varones me costó un montón poder visibilizar los factores de riesgo y era porque me faltaba completar la mirada de la Teoría de la Complejidad”, explicó Cuevas.

Precisó que “ahí entendí que esto que nos pasa como sociedad y que tenemos el nivel alto de violencia y de denuncias es porque tampoco tenemos trabajado todo esto de masculinidades, ni siquiera con los varones agresores y eso hay que investigaciones muy buenas en nuestro país, como La Matanza donde trabajan con varones agresores hace un montón de tiempo y hay una franja etaria que realiza cambios en profundidad y que después son notables en seguimientos que se pueden hacer”. Y agregó que “tenemos una población entre los 20  a los 35 años,  que si bien es cierto son difíciles de hacer porque proviene de nuestra crianza con nuestro modelos, como nos han criado en esta nube del patriarcado que nos envuelve, si se puede hacer cambios”.

Para finalizar dijo que “en estos dispositivos son por un año los tratamientos, ahí la conocí a Sanz y me integré a la red, conocí las alianzas estratégicas que necesitamos como provincia porque digo que por mas que una pueda trabajar acá el Juzgado de Violencia de Género, en el cuerpo de asesor técnico o en el dar clases desde la docencia, se necesita crear estas redes para poder abordar a las masculinidades”.

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