Sofi y su legado solidario en el barrio 1° de Diciembre

Comedor Sofi

Las amigas y el compañero de vida de Sofi  decidieron continuar con lo que ella había tomado como su objetivo de vida: la solidaridad. Con la solidaridad como espada Sofi buscó  comprometerse con su entorno y brindar lo que consideró allí faltaba, en especial, a los niños y creó un merendero para brindarles alimentos

Paola Zarate, Yohana Sierrata, Rosa Ferreira, Yamila Antonella Solis, Carlos Antonio Pacheco, son del barrio 1 de Diciembre, llevan adelante, en forma voluntaria y solidaria, el “Merendero de Sofi”, que en la actualidad brinda diariamente una merienda a niños y niñas de la zona y por lo general una vez a la semana una cena.

“Hace más de tres años que funciona el merendero, somos voluntarias, no percibimos ningún beneficio de ningún lado, lo hacemos de corazón, para ver a los niños tan felices”, dijo a Somos Mujeres, Paola sobre los motivos que la llevaron a unirse a Sofi en esta misión solidaria. Y precisó “para nosotros también es una inmensa felicidad y esto se hace en base a la gente que nos ayuda”.

Entre lágrimas, ya que la partida de Sofi, fue recientemente, el 29 de diciembre del año pasado, contaron que el merendero se llama Sofi en honor a su amiga. “Ella hacia esto hace tres años, yo hace un año me había sumado a esta misión, de la nada, de un día que necesitaban una mano que venga a ayudar y vine y me quedé”, recordó Pao. “Ella te llenaba de esa alegría al quedarte te hacía sentir como en tu casa”, expresó.

A un mes de la partida de Sofi, sus amigas decidieron abrir el merendero para no dejar sin su merienda a los cientos de niños y niñas que se acercan todas las tardes. Recordaron que Sofi no solo ayudaba con la alimentación, sino que también tenía la iniciativa de realizar campañas en determinadas fechas del año, como por ejemplo el inicio de clases. “En enero y febrero hacíamos la campaña de cambiar ropa por útiles y guardapolvos, este año no lo hicimos porque comenzamos tarde y esperamos que para el otro año cuando sea el inicio de clases podamos hacer como lo hacia ella”, manifestaron.

El camino de Yohana fue distinto ella comenzó a colaborar con el merendero, en febrero del año pasado, a través de un plan social, la conoció a Sofi  y hoy continúa “lo hago de corazón porque me gusta hacerlo estoy muy contenta de darle lo mejor a los chicos y a las familias que necesitan”.

Con relación a la situación actual de las familias del barrio contaron que “hay padres que no tienen, vienen chicos que preguntan cuándo van a dar la merienda, me duele ver los chicos que no tienen”. Acotaron “una mamá en la situación de ahora cobra un plan de 100 mil pesos y no llega a un mes para mantener a una familia, que tiene cuatro a cinco niños, y es la triste realidad, que ahora los niños vienen y nos dicen hoy no comimos nada”.

Fue ante esa situación que las amigas de Sofi decidieron volver a dar vida al merendero: “ahí empezamos a volver a activar el merendero porque había muchos niños que venían a preguntar sí íbamos a dar la merienda o no”. “Primero anotamos 20, después 50, después más y ahora son 110 niños y van aumentándose porque hoy vimos caritas nuevas”, comentó con tristeza y alarma a la vez.

Los niños y niñas que concurren además del barrio Francisco 1, son de otros sectores, como los barrios aledaños: Agrario, Virgen del Valle, Francisco 1 y 2.

Los días que por ahora funciona el merendero los martes y jueves comienzan a trabajar a las 17 horas y los días que se suma la cena la labor comienzan más temprano alrededor de las 16. “Todo depende de las donaciones que recibimos  es lo que se prepara, lo que recaudamos de una semana a la siguiente”, comentaron con relación a la comida que se prepara y se brinda.

Y en ese aspecto graficaron lo siguiente “ahora recibimos fideos y arroz, vemos si conseguimos la carne y la verdura, para poder hacer la cena de los niños porque nosotros ya de hace tres años que venimos peleando con Sofi en Desarrollo Social para que nos ayuden y nos decían que acá había merenderos y nosotros dijimos que salieran a ver que no están funcionando”.

 Seguidamente sostuvieron “nosotros si lo hacemos funcionar pero no nos quieren ayudar, que vengan y vean si funciona o no, que asistan a quienes realmente trabajan por los niños”.

Los comienzos de la misión

Los inicios en la misión solidaria de Sofi, también forman parte de los recuerdos de su compañero de vida, Carlos Antonio Pacheco quien recordó: “todo esto surgió por  Sofi, ella estaba colaborando con otro merendero de doña Valle colaboraba haciendo la merienda y el almuerzo y la señora le propuso hacer un merendero porque tenía mucha mercadería para que no se le eche a perder”.

“Empezó con la merienda, después se fueron aumentando más niños,  y empezó a hacer la cena pero a través de donaciones, vendía ropa también o la cambiamos por verdura, hasta que se enfermó y partió con el señor”, sintetizó Carlos sobre esta misión que con compromiso emprendió Sofi.

Luego del fallecimiento de Sofi, reconoció que “costó mucho volver a comenzar, fue de cero, la verdad es que le vamos a dar para adelante por los niños”.

En especial, su esposo recordó lo que Sofi brindó durante el tiempo que su cuerpo se lo permitió a los niños y niñas que concurrían al merendero: “los criaba como sus hijos”, dijo y agregó “ellos se acuerdan de la Sofi, para ellos era su mamá y la sienten mucho. Gracias a Dios vamos avanzando de a poquito”.

Para donaciones comunicarse con Paola Zarate al 3804618269, también pueden acercarse al merendero ya que no cuentan con medios de movilidad y por los horarios de trabajo se dificulta retirar las donaciones. Las donaciones que se necesitan con aceite, harina, sal, condimentos, verduras. Piden también la donación de chapas y dos cañizos para el merendero porque cuando llueve tienen que estar bajo la lluvia.

Todas recuerdan a Sofi entre la alegría y la tristeza al consultarles que las emocionaba de la experiencia que vivieron con ella dijeron: “Sofi era el soporte de todos. A pesar que era menor de todas nosotras ella siempre nos estaba dando un consejo, ayudando, acompañando a mujeres que sufren violencia de género, a  niños con problemas en la casa”. “Va  a ser difícil empezar sin ella y le pedimos que nos de la fuerza”, concluyeron mientras entregaban la merienda a las niñas, niños y madres que se acercaban por una ración de alimento.

Tras la enfermedad de Sofi, el merendero dejó de funcionar el 4 de diciembre del 2023,  el 29 de diciembre lo vivieron con la triste noticia del fallecimiento de Sofi, con las fuerzas que sintieron que ella les envió en marzo comenzaron nuevamente ya sin la presencia física de Sofi pero si con el espíritu de ayuda muy presente. “Fue un golpe muy fuerte tenemos que seguir por lo que ella quiso que luchemos por todos los niños”, finalizaron.

El barrio 1 de Diciembre, tiene más de 10 años, en su mayoría las casas son muy precarias construidas con plásticos negros, eso se ve al recorrerlo, viven alrededor de 400 familias no hay alumbrado público, cloacas ni servicio de energía eléctrica, si agua potable, que también recordaron fue Sofi quien realizó las gestiones para contar con ese servicio. Limita con los barrios Francisco I y II, Virgen del valle y 4 de agosto. Se llama 1 de diciembre porque ese día  tomaron posesión de los terrenos hace 10 años atrás

Esa tarde los niños y niñas llevaron como merienda a sus casas postre de vainilla, café con leche, galletitas y banana.

El papel de la CTA de los Trabajadores

Beatriz Martínez, secretaria General de la CTA de los Trabajadores, que colabora en forma permanente con el  merendero, recordó cómo conoció a Sofi el año pasado ya que pertenecía al grupo de colaboradoras de la CTA. “A partir de ahí vinimos a visitarla,  a ver cuáles eran las necesidades y el trabajo que estaban llevando adelante, y empezamos ayudar con pequeñas cosas, ropa, calzado, abrigo y fuimos involucrándonos cada vez más en la cuestión solidaria, viendo la necesidad en este barrio que es muy numeroso con muchas necesidades y dificultades”, reflexionó una de las tardes que trabajó junto a las amigas de Sofi para brindar la merienda a las niñeces de este barrio.

“Este año las chicas quedaron solas, sin la guía que era Sofía, ella llevaba adelante todo lo que era gestión de alimentos, todo lo necesario para el merendero y el comedor, nos volvieron a contactar y pidieron que volvamos a ayudarlas”, comentó Bety, como la conoce la mayoría.

Siguió contando que “volvimos y empezamos a armar una red solidaria para dar la merienda para los niños y hemos podido gracias a la ayuda de amigos, compañeros, docentes, jubilados hemos puesto en funcionamiento el merendero, lo hemos podido reactivar, ante la necesidad del barrio”.

“A dos semanas de reactivar el merendero hay 110 niños y eso a  100 días de gobierno de Milei, donde la pobreza se incrementó considerablemente, la gente se quedó sin trabajo y eso hace a que crezcan las necesidades en estos barrios, donde la gente mayormente vive de changas”, sostuvo Martínez.

Para finalizar reflexionó que “nosotros lo hemos tomado como una responsabilidad porque en estas instancias no se puede mirar para otro lado cuando hay una necesidad tan profunda y sentida de tantas niñeces abandonadas por el Estado ausente el cual Milei levanta banderas”.

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