“Tenemos que poner atención en las nuevas instituciones para lograr mayor participación ciudadana”

Isabel Marta Salinas de reconocida militancia justicialista

Isabel Marta Salinas, reconocida militante justicialista, con una importante labor en la igualdad de género, habló con Somos Mujeres sobre sus comienzos en la política, la influencia de su familia en su convicción peronista, los avances y desafíos en la paridad de género. En la actualidad, considera que las formas de participación que se han incorporado en la Constitución no son agiles y no tiene el ideario de cultura cívica que la haga una forma de expresión legitima y ejercitada, ya que es una rareza que se haga una consulta popular.

Isabel Marta Salinas recibió a Somos Mujeres en su despacho que está impregnado de la mística peronista.

Salinas ejerció su profesión de abogada como litigante, en especial en casos de familia, violencia de género y relacionados a la mujer. También desempeñó distintas funciones en la Administración Pública Provincial, en los Poderes Judicial y Legislativo y en distintas organizaciones provinciales. Trabaja en temas sociales, en favor de la igualdad de género, la promoción y la inclusión de las minorías y tiene en su haber una rica militancia en el Partido Justicialista, compromiso social, trabajo por la inclusión, solidaridad y permanente desafío cotidiano. Además de su militancia política, trabaja como investigadora en estudios de la mujer y publica notas periodísticas en medios de prensa locales.

La ex diputada provincial recibió a Somos Mujeres en su despacho en el que está presente la mística peronista, los cuadros de Perón y Evita, pero no se limita a lo que se ve, sino que la forma de narrar su militancia, sus recuerdos, su presente y lo que anhela para la sociedad está impregnada de la doctrina justicialista.

Somos Mujeres: ¿Que la inspiró a involucrarse en la política?

Isabel Marta Salinas: Esa foto de Perón que ve ahí (se encuentra en una mesa al costado del escritorio que tiene en su domicilio) se la dedicó el General Perón a mi papá, yo vengo de una familia con una madre apasionadamente peronista, porque ella vivió, vio con sus ojos la transformación social, económica, política, obra del peronismo, y mi papá era socialista y reconocido totalmente de los logros de Perón, lo apreciaba, lo valoraba, lo que hizo Perón con respecto al trabajo. Mi padre me decía siempre, “hija la obra de Perón en el ámbito laboral va ser considerada y apreciada siempre porque cambió el valor social del trabajo y la dignificación del obrero”. Y yo vengo de esa casa y de esa cuna.

En mi casa paterna siempre fue una obligación que se cumplía con devoción y alegría ayudar al que le viene a golpear la puerta, al prójimo. El tema social para mi familia siempre fue determinante de nuestra energía y vocación política. Para nosotros es impensable votar o considerar a alguien que dice que la justicia social es una atrocidad.

Su familia quien le transmitió la importancia de la justicia social. «El tema social para mi familia siempre fue determinante de nuestra energía y vocación política».

Por eso todo este bagaje cultural que traigo desde la cuna y que se acrecentó con mis estudios y las investigaciones, de mi vida, me llevan a consolidar mi fe humanista, peronista y federal, para mi esos son valores incuestionables y que son banderas de vida. Así como me interesa el derecho, me interesa las instituciones, la nueva agenda que se está poniendo en consideración que es tan interesante, por ejemplo, la reducción de la jornada laboral, es muy noble y está avanzando en el mundo, los jubilados, es muy noble, y es el nuevo paradigma de la justicia social, el federalismo.

Yo creo que también tenemos que poner mucha atención en el tema de las nuevas instituciones que en el mundo se están creando y consolidando para lograr una mayor y más perfecta participación ciudadana, porque hasta ahora tenemos que reconocer que las formas de participación que hemos incorporado en nuestras constituciones no son lo suficientemente agiles y no tiene una incorporación al ideario y a la cultura cívica que la haga una forma de expresión legitima y suficientemente ejercitada porque es una rareza que se haga una consulta popular. También hay otras formas de participación, por ejemplo, con el presupuesto participativo a través de las consultas que se pueden implementar con la mayor seriedad a través de los medios electrónicos.

Y una serie de medidas para superar la brecha salarial, no es posible que los padres tengan dos días de licencia según la Ley de Contrato de Trabajo de trabajo cuando nace su hijo. Hay que pensar otras formas que humanicen las relaciones de vivir mejores puertas adentro.

S.M.: ¿Recuerda cómo comenzó su militancia?

I.M.S.: Fue en el año 1973 cuando se consolidaba la democracia, era pedir participación de la Rama Femenina, que escuche nuestra voz y pedido por los derechos humanos. Después sigue siendo bandera de lucha y de construcción social los derechos humanos y la igualdad. A mí me tocó iniciarme en la militancia con mayor responsabilidad partidaria, social y política cuando se instalaron los grandes temas sociales de la década del 80, como la violencia doméstica y contra la mujer, a favor del pedido de la Ley de Cupo.

La Organización de las Naciones Unidad instaló y creó el decenio de la mujer, se tuvo la clarividencia que era necesario una política total, global, estructural, sobre la necesidad de cambiar la cultura institucional y política de los países por la situación de inferioridad de las mujeres. La primera ley de violencia domestica fue la que se sacó para la ciudad de Buenos Aires en 1990, antes no había, no se puede creer, porque el Código Civil decía que la mujer tenía que estar sujeta a la autoridad del marido. El maltrato si, no había lesiones no era considerado violencia doméstica. Trabajamos con mucha vocación y al principio se decía que nosotras atentábamos contra la paz y la unión familiar y muy rápidamente se entendió que no, que la lucha contra la violencia doméstica y contra la mujer era un derecho humano. Recién en la Convención de Viena de 1993 la Organización de Naciones Unidas sancionó que la violencia hacia la mujer era un atentado a los derechos humanos.

El tema de la violencia hacia la mujer se puso en evidencia por primera vez por una denuncia institucional y política de la policía francesa, a través del gobierno que hizo conocer un informe donde se llegó a la conclusión de que la mayoría de las mujeres que morían por muerte violenta, morían a mano de su cónyuge o pareja.

S.M.: ¿Desde su comienzo en la militancia que avances destaca en los derechos políticos de la mujer?

I.M.S.: Una revolución copernicana, a partir de 1973, empezamos a poder actualizar lo que fueron los grandes logros peronistas, en la Constitución de 1949, en el artículo 37, apartado tercero dice: que el Estado garantiza la igualdad jurídica de los cónyuges, nunca se aplicó, lamentablemente esa Constitución un bando militar la derogó.

Los derechos de las mujeres casadas sobre los bienes conyugales en igualdad con el esposo recién se consagraron en el año 1968, en la ley 17.711, porque hasta entonces el que disponía como le parecía de los bienes conyugales era el marido y no necesitaba el marido para disponer de los bienes conyugales el consentimiento, ni de la firma de su esposa, recién en el año 1968, la mujer casada tuvo los mismos derechos que el varón casado, no así las mujeres solteras que en 1927 lograron la igualdad, podían disponer de sus bienes.

S.M.: ¿En este presente como ve la participación de la mujer en el ámbito político?

I.M.S.: Nosotros tenemos en nuestra provincia la Ley de Paridad en los cargos de representación política es un adelanto muy grande, es una de las primeras leyes que presentó como proyecto de ley el gobernador Quintela a la Legislatura y que se sancionó muy rápidamente, eso está. Tenemos un presupuesto con perspectiva de género, eso está, tenemos distintas leyes, herramientas y formas para lograr la igualdad, como por ejemplo el programa Constructoras, eso es muy importante. Tenemos en este momento en trámite una reforma constitucional que no dudo lo que falta va a estar plasmado allí. En una provincia y en la nación avancemos en el tema de los cuidados porque es fundamental es el paradigma de este siglo, década y presente de la justicia social. Una mamá con tres hijos sola la tiene que ayudar el estado para que pueda trabajar.

Tenemos la Asignación Universal Por Hijo, que es un logro social, institucional, magnifico, es un paradigma que lo tenemos que mostrar al mundo porque es extraordinario. También el tema de los cuidados es para que la mamá pueda trabajar, es una ayuda familiar incuestionable e invalorable, sabemos que las personas adultas, mayores de la tercera edad, no se los puede dejar solos en la casa y que hay una obligación efectiva, existencial, muy importante, que generalmente atendemos las mujeres y que no podemos desatender, cuando tenemos nuestros padres que necesitan nuestra presencia, entonces si hay que salir a trabajar el estado a través de políticas públicas de cuidado puede ayudarle a asistir en esos casos.

 El primer presidente que puso en acción las políticas de cuidado como política nacional fue Tabaré Vázquez, en Uruguay, un médico, porque él decía ‘yo como médico sé que así como hay que enseñarle a leer y a escribir a los niños, hay que amparar a la familia cuando tienen una situación que requieren de la presencia del Estado y de una política pública nacional para poder atender y seguir adelante con su obligación y su vida cotidiana’, entonces yo a eso le doy mucho valor.

En las últimas reformas constitucionales en países latinoamericanos se habla del tema se da estatus constitucional y actualmente el gobierno nacional presentó el Mapa Nacional de Cuidados, es una realidad que está en vigencia tenemos que divulgarlo para que entendamos la justicia de esto y para que podamos aportar cada cual desde donde tienen posibilidad aportar a esta cultura de la solidaridad y del progreso.

Democracia Paritaria

Salinas quiso dedicar una reflexión sobre la democracia paritaria señalando que “la tenemos en los cargos de representación política, pero no tenemos paridad en los órganos colegiados creados por la Constitución Nacional y Provincial, no tenemos paridad en la efectiva ejecución de las listas”. Ejemplificó diciendo que “cuando hacemos una elección por departamento ¿quienes encabezan las listas? Los varones ¿Cuándo nos preguntamos cómo estamos con las intendentas? y un 80 por ciento son varones”.

“La democracia paritaria pide que, en todos los ámbitos de representación social, política, institucional, religiosa y en todos los ámbitos del quehacer humano haya paridad»

Asimismo, expresó que “en muchas otras instituciones especialmente en el tema sindical, la ley de cupo sindical no se aplica, pero ni por cerca, las mujeres estamos ausentes o subrepresentadas a nivel sindical”. Y se preguntó ¿por qué las mujeres no pueden tener una situación de igualdad con los varones en la iglesia católica? “Hay un movimiento de mujeres religiosas que piden igualdad, si bien el Papa cerró la discusión, pero lo vamos a seguir discutiendo porque en la iglesia anglicana las mujeres pueden ser obispas”, especificó.

Para Salinas “la democracia paritaria pide que, en todos los ámbitos de representación social, política, institucional, religiosa y en todos los ámbitos del quehacer humano haya paridad. Eso lo pide la comunidad europea y es lo próximo que tenemos trabajar”.

S.M. ¿Esa paridad en que mejora la democracia?

I.M.S.:  Yo me pregunto hablando de lo religioso, ¿si una religiosa no es capaz, sensible, comprometida igual que los curas?, ¿qué va a aportar la mano y la visión de la mujer? la integridad en el quehacer humano. La mirada de la mujer conjuntamente con la del varón dan armonía y plenitud a la solución lograda para el tema concreto. Actualmente se le da mucha importancia a la inteligencia emocional, ¿las mujeres tenemos menos inteligencia emocional que los varones?, no, entonces si nosotros logramos la paridad vamos a lograr una sociedad donde haya una justicia más integral, perfecta y más consolidada.

Me apena la deuda vigente y la situación de discriminación, en la realidad de los hechos, de las personas trans, en lo legal estamos muy bien pero vamos a la realidad existencial como es posible que tengan una vida que no vaya más allá de los 45 a 50 años, porque la vida de sufrimiento, el dolor que atraviesan, le quitan decenas de años de vida, yo no puedo concebir eso.

Otro tema que me interesa mucho es la calidad de vida de las personas de la tercera edad, mayores de 65 años, que son más de 7 millones de compatriotas en nuestro país, a los que la sabia constitución del 49 preveía para esa tercera edad la terapia laboral, como un derecho, el Estado tenía que implementar políticas, herramientas, formas para que las personas mayores sigan su etapa productiva según su capacidad saber y preferencia, por ejemplo, que puedan integrar un organismo colegiado ¿porque no? y sean elegidos en las asociaciones para participar. En Europa se habla de edad biológica y de edad cronológica de cada persona y el promedio de eso da la edad laboral porque hay personas de 70 años que biológicamente tienen 50 y hay personas de 45 que biológicamente no están bien. Esos nuevos paradigmas que nos exige este siglo, este presente.

Poder elegir y ser elegida

El 11 de noviembre último se cumplieron 76 años del voto femenino. Fue la primera elección en que votaron las mujeres a nivel nacional establecido por la ley 13.010 (Ley Evita) aprobada en 1947, que otorgó plenitud de derechos políticos a las mujeres.

Marta votó por primera vez en las elecciones de 1973 y recordó que “fue una experiencia maravillosa porque tuvimos una energía cívica y una pasión por la democracia que se notaba en el aire”. “Era tema de la conversación cotidiana, de una militancia continua, teníamos nuestra sede partidaria llena de ciudadanos y ciudadanas que iban a recoger su voto, afiliarse, a las reuniones políticas y teníamos como faro la figura del General Perón, que fue por tercera vez electo presidente de la Nación y fue el hombre más importante de su época, de nuestro país, con proyección internacional y marcó rumbos en la política mundial”, recordó.

En su trayectoria política, Marta Salinas fue diputada provincial del 2013 al 2017.

Si bien Marta, votó por primera vez en 1973, guarda en su memoria como fue la primera vez que las mujeres argentinas votaron el 11 de noviembre de 1951. “Yo tengo en mi retina una foto muy difundida de Mirta Legrand votando”, expresó Salinas. 

Asimismo, precisó que “en esas elecciones maravillosas resultaron electas 26 diputadas nacionales, tres representantes de territorios nacionales, seis senadores nacionales y sumadas las diputadas provinciales y nacionales, fueron 109 mujeres sentadas en bancas legislativas, en lugares de decisión política, nada ni parecido había sucedido en el mundo”.

La primera mujer en el mundo que fue vicepresidenta en la Cámara de Senadores de la Nación fue Delia Parodi, diputada peronista, todas las electas fueron electas por el Partido Justicialista, porque si bien los socialistas y los anarquistas presentaron listas con mujeres no tuvieron los votos suficientes para poder acceder al cargo y las radicales no lograron ninguna banca, detalló Salinas.

Según Salinas “para poner en valor la capacidad y la fuerza transformadora progresista y revolucionaria del peronismo, las mujeres electas diputadas conjuntamente con los varones electos diputados en esas elecciones se incorporaron al Congreso de la Nación en listas paritarias, era un varón, una mujer y así sucesivamente”.

En este sentido, Salinas explicó que “la paridad que es ley nacional en nuestro país desde el año 2017, tiene su antecedente en los hechos concretos en esa elección del 11 de noviembre de 1951”. Precisó que “en esa elección hay que darles un párrafo destacado a las censistas, que eran las mujeres de la Rama Femenina, que estuvieron en las provincias y que elaboraron un censo”. “Fue una obra maravillosa, únicamente la pasión transformadora, humanista y revolucionaria pudo ser el motor, para ese logro”, resaltó.

Mencionó que, en La Rioja, en esa elección, resultaron electas cuatro diputadas provinciales, que fueron Mercedes Lautre de Silvano, de Chilecito; Sara Romero, de los Llanos; Carmen Romero de Scarttezzini, de Los Sauces y  Hortensia Miranday, por la Capital.

 A partir de 1953 la diputada nacional Delia Parodi fue nombrada vicepresidenta primera de la Cámara de Diputados, convirtiéndose en una de las primeras mujeres del mundo en ocupar un cargo de tan alto nivel. Al año siguiente, la senadora Ilda Leonor Pineda de Molins ocupó el cargo de vicepresidenta segunda de esa Cámara.

Para entonces había en la Cámara de Diputados 34 legisladoras mujeres, mientras que en el Senado había 8, además de las 5 delegadas de los territorios nacionales.

“Que cosa maravillosa fue esa elección que cambió la historia de las mujeres argentinas y que puso un faro, una luz, en la historia mundial de las mujeres en su lucha política”, concluyó.

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